Cuando alguien me habla de Guido y de su pintura, mi mente reconoce al instante la calidad de su arte y lo gran pintor que demuestra ser con cada una de sus obras. Guido González Velasco es artista sin esfuerzos, en él el arte creativo que muchos pintores se empeñan en buscar, brota de forma natural sin pretensiones ni artificios. Su deseo de investigar e innovar le permite un dominio de todos los movimientos artísticos.
Porque Guido parte de una base retratística magistral, a la que bajo mi punto de vista hay que regresar en el mundo del arte para no perder el tiempo con talentos llenos de humo y vacíos que ahora parece ser que es lo que se lleva. De esa parte hiperrealista que no todos los pintores son capaces de hacer, Guido nos lleva a un viaje abstracto lleno de calidad y seriedad a la altura de un creador de verdad que sabe dar perspectiva a sus obras y convertirlas en paisajes con vida.
Él es un pintor de ideas con una imaginación infinita y si a eso le sumamos su depurada técnica, el resultado es la emoción y el sentimiento, que es lo que sienten los amantes del arte al visitar sus exposiciones. Qué un pintor logre emocionarnos es el sumun, es lo que muchos pintores procuran buscar durante toda su vida y a veces no lo consiguen. Guido ya puede descansar en ese sentido pues ya sobrepasó hace tiempo ese frontera vital convirtiéndose así en uno de los creadores más importantes y admirables de nuestro tiempo.
Santiago Casar
Galerista
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